miércoles, 15 de abril de 2009

Cine

“Y me amarra a todo el vicio que ella esconde,
Al consumirla, está consumiéndome a mí.
Soy de ella, más no es mía
Es placer y es agonía
Es antídoto y veneno”

Como dice Mario Benedetti, no tengo monstruos interiores. Carezco de enfermizas obsesiones, de motivos recurrentes en mi vida. Me interesan muchísimas cosas. Siento una especie de envidia por la gente que está obsesionada por alguna cosa. Por aquellos que tienen, cultivan y padecen una pasión: Ya sea la ropa, la comida, un equipo de futbol, la música, etc.

Me gustan las mujeres, el cine, la literatura, las artes, los comics, etc. Y no necesariamente en ese orden.

Este, es un diario personal y me sirve para tomar notas sobre trucos narrativos y de ejecución. Un recuento de las muchas cosas que ocupan mi atención. De aquello que me obsesiona, aunque sea por un instante. De lo que te causa un vicio y también te lo cura. De lo que es antídoto y veneno.

El propósito de esta bitácora no es hacer crítica de cine.

He visto muchas películas en mi vida. Y exceptuando unas pocas, en casi cualquier película encontré algún elemento que era digno de comentarse.

Se dice que existe cierto cine “de formula”. Este concepto nos remite a una receta básica, que reproducida al pié de la letra. Sin embargo, y como sucede con la recetas de cocina, es difícil que dos chefs reproduzcan idénticamente el mismo platillo. Es más, es difícil que a un mismo cocinero le salga idéntica la misma receta.

El cine, a diferencia de otras artes, es una labor de conjunto. Al aumentar las variables de fabricación, aumentan las posibilidades de divergencia en los resultados.

Esta bitácora es un ejercicio que me he impuesto para recopilar aquello que tenga de admirable una película.

Aunque trato de ser imparcial, debo hacer enfasis de que finalmente es una bitácora personal, razón por la cual, los juicios aquí expresados, finalmente son únicamente míos.

Soy un cinéfilo, y un cineasta en formación. Me gusta por igual Tarkovsky que Michael Bay. Creo en lo que señalaba James Ballard, de que una historia debe ser interesante, muy interesante, que lo único que no se le puede perdonar a ningún tipo de narración que sea aburrida.

Desde este punto de vista, el cine de autor no tiene que ser aburrido necesariamente. Igual hay películas de acción que son aburridísimas.

Basado en estos parámetros generales, construyo mi crítica.

Estudié Arte cinematográfico en la Ibero y la Cineteca Nacional. Tuve como maestros a gente de cine como Juan Antonio de la Riva, Juan Arturo Brennan, Leonardo García Tsao, y el Maestro Nelson Carro.

He escrito para algunos fanzines y revistas. Y sin más por el momento, adelante.